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Sigue recibiendo este mismo nombre el dios fluvial del río Arno, en la zona de Etruria, en Italia, que desemboca en el mar de Liguria. Este dios fluvial desemboca en el Enipeo, y fue también de los que acudieron a consolar a Peneo tras la transformación de su hija Dafne en laurel. Turno ahora para nuestro segundo Oceánida, Aeas, aunque esto es un latinismo, ya que en griego su nombre real era Eas o Eante. En este caso, el río que representa tiene el mismo nombre, y su ubica en Epiro, la actual Albania.

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El mitógrafo griego Apolodoro, aproximadamente contemporáneo (? c. siglo I d.C.) y el mitógrafo latino Hyginus también da listas de Oceánidas. Apolodoro da una lista que contiene siete nombres, además de mencionar otras cinco Oceánidas en otros lugares. Higinio, al comienzo de sus Fabulae, enumera dieciséis nombres, mientras que en otros lugares da los nombres de otros diez. De estos 26 nombres, sólo nueve se encuentran en Hesíodo, el Himno homérico o Apolodoro. Poco conocido, Tiberto fue otro de los Oceánidas más célebre en la propia mitología romana que en la griega.

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En este caso, los Oceánidas, cuyo nombre en griego era Potamoí, y el latín Fluminae, eran los dioses fluviales que personificaban los ríos. Así pues, cada una de estas manifestaciones tenía su propia deidad en todo el territorio conocido por su civilización. En la mitología griega, las ninfas hijas del Titán Oceanus (Océano), eran conocidas colectivamente como las Oceánidas.

Se creía que esta era una corriente de agua que bajaba hasta el inframundo, y era afluente del Aqueronte o Estigia, por donde navegaba Caronte. Se consideraba alimentado por las lágrimas de ladrones y personas de mala conducta. Existen diversas historias sobre este dios fluvial, como que fue padre de la náyade Lilea, o de Dáulide, e incluso de Melena, aventura única mar madre de Delfos junto al dios Apolo. Otro de los dioses fluviales griegos u Oceánidas, que se ubicaba en Piería, en la península griega. Ascanio, también conocido como Yulo o Julo, fue hijo de Eneas y Creúsa. Más allá de río de Misia, en la Anatolia turca, fue célebre en la mitología romana, ya que marchó con su padre, Eneas, tras la caída de Troya, en busca de una nueva patria.

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Es decir, que estas deidades también eran objeto de gran respeto. El crecimiento de una Oceánida es muy diferente al de otras criaturas. Separarse de los demás y alejarse de su tierra natal aparentemente les hace perder gran parte de su inteligencia y capacidad, aunque pueden recuperarlas con el tiempo.

Sin embargo, fue muchas veces nombrado en la Ilíada de Homero, a quien se le atribuyen dos hijas, Hieromneme y Astíoque. Nace en el Monte Ida y en la llanura de Troya se une al Escamandro, de ahí su importancia en la obra homérica. Curiosamente, también en España, en aquel momento conocida como Iberia, hubo un Oceánida. Eso sí, los estudiosos creen que este dios fluvial está relacionado con el Ebro, aunque no es seguro.

• Estos animales ilusorios aparecen uno a la vez cuando los invoca Rhodeia.
• No hay mucho sobre Ceco, un Oceánida cuyo río se encontraba en Teutrania, en la Anatolia, que hoy es Turquía.
• Oceánides y sus hermanas las ninfas desposaron a muchos Titanes y a sus hijos, quienes cuidaron cuando estos eran niños, además de esto también causaron problemas a las antiguas divinidades indígenas de las fuentes de agua y sus cursos.
• Una de los Oceánidas más famosos, ya que este río arcadio era considerado como uno de los que fluía por el inframundo.
• Este Oceánida del Peloponeso, según Pausanias, era un cazador apasionado que se enamoró de Aretusa, una ninfa que también cazaba junto a Artemisa.
• Las ninfas juegan un papel muy importante en la mitología griega, ya que estas fueron el seno de la humanidad en esa época, además de brindarles abrigo y protección a los hijos de los dioses para que estos desempeñasen un buen rol.

Una zona poco conocida de la Grecia antigua es el Quersoneso, en Tracia. Como dijimos, mientras los Oceánidas convertidos en ríos eran siempre masculinos, también existían los femeninos, aunque en este caso eran lagos. Asopo Beocio, Asopo Fliuncio, en el Peloponeso, y Asopo a secas en Tesalia.

Ciencia ciudadana

Esta Oceánida era realmente una diosa de un lago que se encontraba en Lidia, en Anatolia, y que hoy es conocido como el Marmara. Eridano en realidad dio nombre a dos ríos, uno en Ática y otro en el norte de Europa, y se cree que se puede identificar con el Don en Italia o el célebre Rin en Alemania. Erasino fue un río del Peloponeso, y como tal, dios fluvial hijo de Océano y Tetis.

Errores conocidos

Por ello, se consideraba que se sumergía bajo tierra para que las manos del asesino Orfeo no pudiesen lavar las manchas de sangre y se purificasen sus aguas, ya que no quería ser cómplice. Halys se encuentra en Turquía, en la zona de Ponto y Paflagonia, en Anatolia. Hoy es conocido como Kizil Irmak, pero en su día fue un río muy importante para los hititas. Aunque parezca increíble, el Ganges ya fue un Oceánida en tiempos de la antigua Grecia, pues la India fue conocida, y no hay más que observar la historia de Alejandro Magno.

No cabe duda de que la historia de la humanidad y sus civilizaciones es apasionante. Por desgracia, no nos ha llegado mucha más información sobre estos dioses fluviales que, en su día, tuvieron cierta importancia en la sociedad griega. No obstante, grandes escritores, como hemos citado, los nombraban en sus obras, como el caso de Homero. En este caso, el dios fluvial Peneo, que corría por Tesalia, tuvo hasta cuatro hijos junto a la ninfa Creúsa, cuyos nombres fueron Hipseo, rey de los lápitas, y las chicas Dafne, Estilbe y Cirene.

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Es conocida por su gran diversidad cultural y lingüística, más que climática o ecológica. Esta región es conocida por su diversidad ecológica, entre la que destaca un vasto desierto, la Gran Barrera de Coral y paisajes de gran verdor y floración. Toda la región es conocida también por su biodiversidad única, entre la que destaca la Gran Barrera de Coral en Australia.